Despedida desde lo alto

Las últimas entradas de Beagle han estado destinadas a varios lugares de Galicia y Portugal. Esta es, por el momento, la última de ellas. Si en su anterior artículo, Beagle visitaba la fortaleza de Valença do Minho, ahora volverá a ver nuestro país desde las alturas. Concretamente, desde el Monte del Ciervo, en Vila Nova da Cerveira. El pueblo recibe su nombre de este animal, y no es de extrañar que le haya sido dedicado un enorme monumento metálico, visible desde varios kilómetros de distancia. La creación, obra del escultor portugués José Rodrigues, sirve también para homenajear la victoria de los portugueses sobre los españoles en la que, siendo aquéllos inferiores en número a éstos, ataron antorchas a las cornamentas de los animales, para hacer creer al enemigo que se enfrentaba a aguerridos y veloces soldados.
Dejando a un lado la Historia, quien se haya acercado hasta este ciervo, habrá podido descubrir el maravilloso paisaje que se extiende a sus pies, a ambos lados del río Miño. Y quien tenga pensado acercarse, que lo haga mejor al atardecer. Merecerá la pena.
Eso sí, Beagle no tardará mucho en volver a hacer las maletas para descubrirnos nuevos lugares dignos de ser visitados, recorridos y aprendidos.