Desde lejos, en el espacio y el tiempo

Hace algunos meses, cuando publiqué una entrada dedicada a la fotografía tomada por la sonda Voyager hace 20 años, aseguré que iba a leerme el libro inspirado por la misma. Pues bien, hoy, salvando las dificultades producidas por la falta de tiempo, quiero hablar de dicho libro: Un punto azul pálido. Una visión del futuro humano en el espacio, de Carl Sagan.
Esta obra, considerada una continuación del libro Cosmos (otro que tiene que caer en mis manos en breve), está llena de reflexiones realizadas por el astrofísico y divulgador, junto con maravillosas fotografías e ilustraciones, que no dejan indiferente a quien las lee. Escrito en una época en la que los progresos de la Ciencia, unidos a las catástrofes ambientales y la amenaza nuclear, auguraban un futuro ambiguo y contradictorio, el libro recoge datos e hipótesis para, tras pasar por la mente de Sagan, sacar conclusiones sobre lo que nos espera, o nos puede esperar, en función de las decisiones que tomemos. Y aunque muchas de las historias que cuenta puedan parecer demasiado fantásticas (como el desvío de asteroides o la colonización de otros planetas), no conviene ignorar su contenido, puesto que la tecnología no deja de sorprendernos año tras año. Además, Carl Sagan, colaborador de la NASA y conocedor de primera mano de todos los avances en exploración espacial, sabía de los que hablaba.
La conclusión que se obtiene al leer el libro es que, por muy aficionados que seamos los seres humanos a ponernos la zancadilla, tenemos delante de nuestras narices la oportunidad de llegar más lejos de lo que nuestros antepasados pudieron soñar. O al menos eso me parece a mí.