¿Cómo puede la ascendencia de Marte en el momento de mi nacimiento influir sobre mí, ni entonces, ni ahora? Yo nací en una habitación cerrada; la luz de Marte no podía entrar. La única influencia de Marte que podía afectarme era su gravitación. Sin embargo, la influencia gravitatoria del tocólogo era mucho mayor que la influencia gravitatoria de Marte. Marte tiene mayor masa, pero el tocólogo estaba mucho más cerca."

Carl Sagan en La armonía de los mundos.

12 diciembre 2010

Sufrimiento al óleo


Volvemos al Museo del Prado para continuar con el top pictórico. El siguiente cuadro de la lista es El martirio de san Felipe, de José de Ribera.
Este cuadro de estilo barroco fue realizado en 1639, presumiblemente por orden de Felipe IV, y representa la escena en la que san Felipe es atado a la cruz, condenado por predicar en Hierápolis, Asia Menor. La obra, antes de exponerse en el Prado, se encontraba en el antiguo Alcázar de Madrid.
Ls forma en que el pintor aprovecha la luz hace que destaquen el mártir y los sayones que le sostienen, difuminándose la multitud en perspectiva. A pesar de éste último detalle, entre los asistentes se encuentra una mujer que sostiene en brazos a un niño mientras mira fijamente hacia el espectador. Se cree que esta mujer representa a la Caridad.
Como curiosidad, hay que destacar que se consideró en un principio que el protagonista de la escena era san Bartolomé, pero al no haberse dibujado en el cuadro el cuchillo con el que fue desollado, finalmente se concluyó que el mártir representado era san Felipe.
Y si he elegido esta obra entre las más destacables del Prado, ha sido por la capacidad de José de Ribera para retratar el sufrimiento y el horror en su cuadro, algo que consigue transmitir a quien lo contempla, por la gran maestría con la que ha representado el rostro de san Felipe y la postura que adopta su cuerpo. Algo parecido a lo que consiguió hacer con la madera Gregorio Fernández en su Cristo atado a la columna.

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