Esconderse, huir, esconderse, huir

"Una tarde, a última hora, Tania llegó a casa pálida y sin aliento. La abuela y yo estábamos sentados en la cocina con los Kramer. Tania no traía consigo ningún comestible, no se quitó el abrigo ni se sentó. Se quedó allí plantada, mirando a mi abuela; se veía que estaba nerviosa. Pensé que le habría pasado algo al abuelo y le pregunté si podía venir conmigo a nuestra abitación para enseñarle una cosa. Me siguió, cerró enseguida la puerta, dijo que yo estaba por fin convirtiéndome en una persona inteligente y me envió de nuevo a la cocina a buscar a la abuela. En cuanto estuvimos los tres juntos, nos contó en susurros que por la mañana, antes del amanecer, se llevarían de T. a todos los judíos. Reinhard acababa de enterarse; no teníamos que contárselo a nadie porque, si no, podíamos darnos por muertos."

Acabo de leerme un libro magnífico que relata, en forma de novela, el día a día de un niño judío de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial. La obra, del escritor Louis Begley, se titula Mentiras en tiempos de guerra, y su argumento me ha enganchado desde la primera hasta la última página.
El protagonista, Maciek, relata su vida desde su nacimiento hasta el comienzo del Holocausto, presentando a sus familiares y conocidos, y cómo muchos de ellos desaparecen por culpa del régimen nazi, mientras él y su tía Tania se las ingenian para sobrevivir, al igual que muchos otros personajes de la historia, luchando contra el hambre, las persecuciones, los bombardeos y las chinches. Maciek y Tania pasarán la guerra de casa en casa, siempre dispuestos a salir corriendo, y haciendo el papel de unos personajes que nunca existieron, pero que les ayudarán a seguir existiendo. Un buen libro sobre la Segunda Guerra Mundial.