La bella durmiente

La narcolepsia es un curioso transtorno del sueño. Se caracteriza por que quienes la padecen sufren somnolencia durante el día, y pueden llegar a entrar en un sueño profundo de forma repentina (lo que provoca a menudo alucinaciones y la sensación de que el sueño es absolutamente real). Otro síntoma de la narcolepsia es la pérdida del tono muscular o cataplejía, lo que puede dificultar el lenguaje, o llegar a colapsar todo el cuerpo.
La narcolepsia también puede provocar parálisis del sueño, lo que impide la movilidad durante un tiempo, pero sin perder la consciencia.
La detección de la narcolepsia se realiza a través del reconocimiento de síntomas y examinando los patrones del sueño del paciente; y su tratamiento se basa en la prescripción de estimulantes del sistema nervisoso central o Modafinil (menos adictivo que los estimulantes) y antidepresivos, que reducen las alucinaciones y la cataplejía al suprimir la fase REM del sueño. Por otra parte, se necesita llevar a cabo un patrón de sueño y alimentación constante.
Las consecuencias de la narcolepsia desde un punto de vista psíquico y social son bastante graves, ya que las alucinaciones, unidas a la disfunción sexual y la imagen que se da a la sociedad, pueden afectar al enfermo y hacer necesaria la ayuda de terapeutas.