Continúa, la sección dedicada al 70º aniversario de la II Guerra Mundial (a pesar del parón que sufre el blog durante estos días). Viajamos 70 años atrás en el tiempo para conmemorar uno de los acontecimientos más importantes de la contienda.
Con Francia ocupada por los nazis, un importante número de franceses han decidido negarse a colaborar con el gobierno colaboracionista de Pétain. El líder de este movimiento, Charles de Gaulle, se dirige a sus compatriotas a través de la BBC de Londres, mandándoles un mensaje que sería recordado como el llamamiento del 18 de junio:
Los jefes que, desde hace varios años, están al mando del ejército francés, han formado un gobierno. Ese gobierno, alegando la derrota del ejército, estableció comunicación con el enemigo para cesar los combates.
Por supuesto, hemos estado, y estamos hundidos por la fuerza mecánica, terrestre y aérea del enemigo.
Infinitamente, más que su número, son los tanques, los aviones, la táctica de los alemanes lo que nos hace retroceder. Son los tanques, los aviones, la táctica de los alemanes los que han sorprendido a nuestros mandos, al grado de llevarlos a la situación en la que hoy se encuentran.
Pero, ¿se ha dicho la última palabra? ¿La esperanza debe desaparecer? ¿La derrota es definitiva? ¡No!
Créanme, a mí que les hablo con conocimiento de causa y les digo que nada está perdido para Francia. Los mismos medios que nos han vencido pueden darnos un día la victoria.
¡Pues Francia no está sola! ¡No está sola! Tiene un vasto imperio de su lado. Puede formar bloque con el Imperio Británico que domina el mar y continúa la lucha. Puede, como Inglaterra, utilizar sin límites la inmensa industria de los Estados Unidos.
Esta guerra no se limita al triste territorio de nuestro país. Esta guerra no se decidió en la Batalla de Francia. Esta guerra es una guerra mundial. Todos los errores, todos los retrasos, todas los sufrimientos no impiden que haya, en el universo, todos los medios necesarios para aplastar un día a nuestros enemigos. Aplastados hoy por la fuerza mecánica, podemos vencer en el futuro con una fuerza mecánica superior. El destino del mundo está ahí.
Yo, el General De Gaulle, actualmente en Londres, invito a los oficiales y a los soldados franceses que se encuentren en territorio británico, o que ahí vinieran a encontrarse, con sus armas o sin ellas; invito a los ingenieros y obreros especialistas de la industria de armamento que se encuentren en territorio británico, a ponerse en contacto conmigo.
Pase lo que pase, la llama de la Resistencia Francesa no debe apagarse y no se apagará.
Mañana, igual que hoy, hablaré en la Radio de Londres.
Situaciones como la que acaba de tener lugar sirven de gran ayuda para todos aquellos que han surido la invasión nazi, e infunden esperanzas en los que confían en que el transcurso de la guerra cambie de rumbo. Seguiremos informando...
¿Cómo puede la ascendencia de Marte en el momento de mi nacimiento influir sobre mí, ni entonces, ni ahora? Yo nací en una habitación cerrada; la luz de Marte no podía entrar. La única influencia de Marte que podía afectarme era su gravitación. Sin embargo, la influencia gravitatoria del tocólogo era mucho mayor que la influencia gravitatoria de Marte. Marte tiene mayor masa, pero el tocólogo estaba mucho más cerca."
Carl Sagan en La armonía de los mundos.
18 junio 2010
Llamamiento del 18 de junio
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