Hace algunos días me encontré por Internet un relato de Isaac Asimov cuyo final (que no voy a desvelar aquí, que no cunda el pánico) me dejó sin palabras. Se titula La última pregunta, y está compuesto por varias historias cortas ambientadas en épocas futuristas cada vez más alejadas en el tiempo, pero todas con una característica común: la existencia de un ordenador, cada vez más evolucionado, diseñado para dar respuestas e información sobre todo aquello que se puede conocer.
Esta máquina, cuyo nombre varía entre Multivac, Minivac, o Galáctica AC, por ejemplo (dependiendo de su envergadura en el Espacio), sirve para recopilar todo el conocimiento cósmico, y dar así respuestas y servicio a los seres humanos. Sin embargo, hay una pregunta a la que la máquina, pr muy sofisticada que alcanza a ser, es incapaz de responder: ¿puede revertirse la entropía? (la entropía es, en líneas generales, la pérdida de energía en forma de calor, o el "desgaste del Universo", como se define en el relato). Y entonces llega el final, totalmente inesperado...
¿Cómo puede la ascendencia de Marte en el momento de mi nacimiento influir sobre mí, ni entonces, ni ahora? Yo nací en una habitación cerrada; la luz de Marte no podía entrar. La única influencia de Marte que podía afectarme era su gravitación. Sin embargo, la influencia gravitatoria del tocólogo era mucho mayor que la influencia gravitatoria de Marte. Marte tiene mayor masa, pero el tocólogo estaba mucho más cerca."
Carl Sagan en La armonía de los mundos.
14 abril 2010
Evolucionando
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1 comentarios:
El relato puede llegar a gustar o nó, pero en lo que si que estoy de acuerdo es que el final es totalmente inesperado.
Saludos!!
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