¿Cómo puede la ascendencia de Marte en el momento de mi nacimiento influir sobre mí, ni entonces, ni ahora? Yo nací en una habitación cerrada; la luz de Marte no podía entrar. La única influencia de Marte que podía afectarme era su gravitación. Sin embargo, la influencia gravitatoria del tocólogo era mucho mayor que la influencia gravitatoria de Marte. Marte tiene mayor masa, pero el tocólogo estaba mucho más cerca."

Carl Sagan en La armonía de los mundos.

13 octubre 2008

2x1 en libros


Durante el tiempo que este blog ha estado en coma, he tenido ocasión de leer un par de libros que me gustaría comentar (y recomendar). El primero de ellos es Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, y su argumento me ha parecido apasionante: Guy Montag es un bombero cuyo trabajo, paradójicamente, consiste en quemar libros, puesto que los libros obligan al ser humano a pensar y le impiden ser feliz. Un día, al regresar a su casa, se encuentra con una joven con inquietudes y una forma de pensar diferente a la "común". Así, Guy comenzará a interesarse por el contenido de los libros que quema, hasta el punto de intentar cambiar la mentalidad de los que le rodean, incitándoles a leer. Esto le causará multitud de problemas, que llenan la trama de acción trepidante.
El segundo libro del que quiero hablar es Blade Runner, ¿sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick. Es una novela de ciencia ficción, protagonizada por Rick Deckard, encargado de retirar de circulación a los androides defectuosos, en una sociedad futurista que aún sufre las consecuencias de una Guerra Mundial Terminal. En la historia, se encarga de acabar con una serie de androides Nexus-6. Además de su parecido físico con los seres humanos, estos robots tienen instinto de supervivencia. Estas dos características hacen aún más difícil el trabajo de Rick, obligándole a arriesgar su vida en más de una ocasión.
Ambas historias me han encantado. El primero por el protagonismo que da a los libros, y por cómo transforman a Guy Montag, quien pasa de ser una persona vacía de inquietudes a plantearse dudas, algo que ha llevado al ser humano hasta su nivel de evolución actual. Y en cuanto a Blade Runner, me ha gustado el mensaje, casi alarmante, que lanza acerca de las nuevas tecnologías y del pequeño límite que existe entre el ser humano y lo que sus manos son capaces de crear. ¿Sería posible enamorarse de un robot?

3 comentarios:

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

Son dos grandes libros de ciencia ficción que, por cierto, cuentan con dos grandes versiones cinematográficas.
Saludos

Anónimo dijo...

En cuanto pueda leeré el de farenheit 451, que si mal no recuerdo es la temperatura a la que arde el papel

Pedro dijo...

Doa autenticas joyas de la ciencia-ficción. No me extraña que las recomiendes, ambas ahondan en aspectos del desarrollo futuro y els er humano. Personalmente prefiero Farenhaeit, por el profundo calado político de la obra (las escenas de las paredes o lo insignificante que presenta la juerte en esa sociedad futura son realmente geniales).


Un saludo,


Pedro.