¿Cómo puede la ascendencia de Marte en el momento de mi nacimiento influir sobre mí, ni entonces, ni ahora? Yo nací en una habitación cerrada; la luz de Marte no podía entrar. La única influencia de Marte que podía afectarme era su gravitación. Sin embargo, la influencia gravitatoria del tocólogo era mucho mayor que la influencia gravitatoria de Marte. Marte tiene mayor masa, pero el tocólogo estaba mucho más cerca."

Carl Sagan en La armonía de los mundos.

19 septiembre 2007

Nada que perder


El 20 de julio de 1942, Kazimierz Piechowski consiguió escapar del campo de exterminio de Auschwitz, de una forma un tanto peculiar...
Esa mañana, Kazimierz y otros prisioneros políticos polacos salieron del campo por la puerta principal para dirigirse a su centro de trabajo, a unos cuantos metros de allí. En ese instante, entraron en un almacén de las SS con uniformes, armas y municiones. Los prisioneros se vistieron como si fueran oficiales de las SS y se apropiaron de algunas armas. Las armas no se utilizarían contra los nazis, ya que eso daría lugar a fuertes represalias contra el resto de prisioneros. El objetivo de armarse antes de salir era el de poder suicidarse si les descubrían al llegar al control del perímetro exterior.
Los prisioneros en fuga tomaron un vehículo y se dirigieron al control. Al acercarse, descubrieron que la barrera se encontraba bajada, y aunque estaban cada vez más cerca, no parecía que les fueran a dejar pasar. Cuando estaban a pocos metros del control, Kazimierz barajó la idea del suicidio, y en ese momento, un compañero suyo le pidió desde el asiento de atrás que hiciera algo. Kazimierz, armado de valor, se levantó de su asiento y gritó a los vigilantes:
¡Joder, capullos! ¡Abrid ya!
¿Cuánto vamos a tener que esperar?

Entonces, un oficial subió la barrera, dejando en libertad a los valientes presos.

4 comentarios:

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Vaya historia. Las citas molan.
Un abrazo Chan.

Anónimo dijo...

Aunque el otro día me lo contaste, hoy he vuelto a quedarme impresionada pensando en el valor que tuvieron esos presos..
Un besazo ->->- WL -->

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

La historia es espectacular. Muestra que la manera más segura de hacer algo no es preparando un infalible plan, sino actuando con una naturalidad absoluta.

Saludos

José Ángel Gaviero dijo...

La verdad es que cuando oí esta historia me costó bastante creerla, por lo increíble que resulta. Voy a ver si encuentro historias por el estilo para escribirlas aquí.