Todo lo que sube tiene que bajar

Hace un par de días terminé de leerme La Marea, un libro que José María Gironella escribió en 1948, pocos años después del fin de la II Guerra Mundial.
La historia me ha encantado: Adolfo Stolberg, un arquitecto de Munich, conoce a Enna en un campamento naturista, y contraen matrimonio, formando lo que para ellos es una pareja perfecta: dos alemanes física y mentalmente superiores al resto de la Humanidad, tal y como el gobierno de su país ha proclamado desde su llegada al poder.
Por otra parte, el poeta Gustavo (hermano de Adolfo), se enamora de Wanda, una organista Polaca, pero el régimen de su país se las ingenia para impedir esta boda y hacer desaparecer a Wanda. Gustavo comenzará entonces a dudar de los ideales que siempre ha defendido, pero la llegada de la guerra le animará a alistarse.
Mientras, Enna se une a las SS y consigue ascender poco a poco en su posición, influyendo en sus superiores para que encarguen a su marido obras de categoría que hagan más respetable su apellido. Alemania conquista media Europa en pocas semanas, y el matrimonio Stolberg se enorgullece de ello, confiados en que nada puede ir mejor.
Sin embargo, el transcurso de la guerra irá cambiando a los personajes: las innumerables bajas, las sucesivas derrotas germanas y el ambiente pesimista que se extiende entre la población influirán decisivamente en todos los personajes.
Además de el magnífico argumento (que es toda una lección de Historia), me ha gustado la forma de narrar de Gironella. Aunque sus frases son claras y precisas, están llenas de metáforas que adornan con precisión todo aquello que cuenta.