No puedo creerme las noticias

Ayer vi una película fascinante de 2002 dirigida por Paul Greengrass. Se trata de Domingo Sangriento, y narra el antes, el durante y el después de una de las jornadas más trágicas de la historia de Irlanda del Norte.
El domingo 30 de enero de 1972, 15000 personas se manifestaron en Derry para protestar contra las medidas que había tomado el gobierno británico para controlar la situación en Irlanda del Norte (se producían detenciones masivas contra sospechosos de pertenecer al IRA). Sin embargo, la manifestación no estaba autorizada por el gobierno, por lo que un numeroso grupo de soldados de élite ocuparon la pequeña ciudad para actuar si se producía el más mínimo incidente. Además, se temía la actuación de terroristas del IRA durante el transcurso de la marcha.
Una vez iniciada la manifesación, algunas personas se separaron del grupo para encararse con los soldados. Éstos respondieron con chorros de agua a presión, pelotas de goma y gas lacrimógeno. La tensión aumentó, y finalmente actuó el regimiento de paracaidistas, disparando a los manifestantes con fuego real, sin hacer distinciones por razón de sexo o edad.
Aquel día el ejército disparó contra 27 personas; 14 de ellas perdieron la vida.